ANTIGUO EGIPTO
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ANTIGUO EGIPTO
La priemra aportación de la arquitectura egipcia estriba en que se trata de construcción en piedra, labrada de manera geométrica o sillares. No se reduce a bloques desbastados de forma tosca, como en los megalitos, sino a piezas de medidas precisas, con las que se pueden elevar muros sin salientes y edificios de perfiles rectilineos.
Se ha explicado la preferencia del piedra por razones geológicas; los egipcios disponen de piedra, mientras los mesopotámicos carecen de ella. Pero no puede ser ésta la razón, o al menos la única razón, ya que durante siglos, en el Egipto predinástico y en las primeras dinastías, se construyó con cañas, madera y ladrillos de arcilla cruda. Así la labra de la piedra aparece como una conquista voluntaria, una manifestación más del espíritu geométrico que impregna a una civilización agraria. Conservamos el nombre del máximo reformador de los procedimientos constructivos, IMHOTEP, a quien, según los textos literiarios, los egipcios elevaron a la categoría de dios.
El rasgo más evidente de la arquitectura del Egipto antiguo es el colosalismo; la edificación resulta desproporcionada en relación con la función. Ni se precisaba tal volumen para enterrar en una pirámide el cadáver del faraón ni en los templos se congregaban muchedumbres que reclamaran espacios tan vastos. Se trata también aquí de una dimensión consciente, de un propósito definido. El egipcio está obsesionado por la prsencia de fuerzas sobrenaturales y por el sueño de la supervivencia; en consecuencia, el edificio desborda la escala humana, se impone por su grandeza al ánimo del espectador y suscita sentimiento de temor. El colosalismo se inicia ya en la medida de lso sillares, cuyo volumen hacía más incómodo el trabajo.
Es una arquitectura arquitrabada, basada exclusivamente en líneas horizontales y verticales o, como en las pirámidaes, en un dispositivo diagonal. La ausencia de la curva en las estructuras es correlativa con las líneas rectas que delimitan las parcelas agrarias; una vez más el ideal geométrico resplandece en la arquitectura.
En la pirámide de KEOPS se han comrpobado unos sistemas de medidas que la convierten en símbolo de los concimientos matemáticos egipcios, por ejemplo, el vértice dibuja el ángulo que trazan los brazos extremos del Delta del Nilo. El máximo problam de la arquitectura arquitrabada es la elevación del edificio, pero el egipcio con la grandeza de los sillares y la disposición diagonal de la pirámide obtuvo medidas hasta entonces nunca alcanzadas.
Worringer supone que probablemente las puntas de las pirámides estuvieran doradas o con un remate de basalto brillante y marcarían el punto que recibe el primer rayo de sol, el lugar de unión de la tierra y la acción protectora de la deidad solar. En los templos, la cubierta plana exigió la multiplicación de elementos sustentantes (columnas) y la alternancia del patio sin cubierta con la sala hipóstila llena de columnas.
En la arquitectura religiosa, la columna juega un papel decorativo, además de estructural o de sustentación. En la arquitectura funeraria se han encontrado el geometrismo frío, la construcción sometida al imperio de al forma desnuda y escueta; pero ya en el templo la columna supone una innovación audaz, la itnroducción de un elemetno que recuerda la forma vegetal de la palmera. En un principio, las columnas fueron simplemente haces de troncos, luego se sustituyeron por los fustes de piedra, pero con una disposición de estrías verticales que recordaba los fustes vegetales; sólo posteriormente el fuste liso señaló un distanciameinto de los orígenes. No obstante, el recuerdo del árbol perdura en los capiteles, diseñados con hojas de loto (lotiformes), de papiro (papiriformes) o de palma (palmiformes).
El tipo más antiguo de enterramiento es la MASTABA. Hacia el año 3000 aC, durante la fase en la que se produce la unificación del Alto y Bajo Egipto, es la tumba de los personajes notables, sacerdotes o nobles y de los primeros faraones. El deseo de grandeza y la acumulación de poder en el faraón provoca la superposición de mastabas para distinguir la tumba real. Así nace la primera pirámide escalonada como la de ZÓSER (2700 ac). A partir de entonces, la pirámide distingue la tumba faraónica de la de los grandes dignatarios.
A la cuarta dinastía corresponden las grandes PIRÁMIDES DE GIZEH, localidad cercana a El Cairo. La más importante, la de KEOPS (137 metros), destaca de las de KEFRÉN y MIKERINOS (entre 2600 y 2500 aC). Son las construcciones más grandiosas entre una serie que se levanta a lo largo de 150 km. Las pirámides están rodeadas de edificaciones menores.
La GRAN ESFINGE, que inicia el recinto funerario de Gizeh, es, según parece, el retrato del faraón KEFRÉN deificado, en una época en que se concebía a los dioses como una mezcla de humanidad-animales sagrados.
El interior de la pirámides es un conjunto de galerías, pozos, cámaras de extraordinaria complicación, con el objeto de impedir el expolio del riquísimo ajuar funerario.
Con la Dinastía XVIII el centro político está en el sur, en Tebas. Allí, en el VALLE DE LOS REYES, se construye un nuevo tipo de tumba excavada en la ladera de una montaña, el HIPOGEO, con la misma disposición laberíntica para preservar los tesoros. Son tumbas enriquecidas por pinturas y de un singular valor arqueológico por su ajuar. El tesoro de TUTANKHAMÓN ha sido el más valioso de los conservados.
Es también la Dinastía XVIII, fundadora posiblemente hacia el 1580 aC del Imperio Tebano o Nuevo, la que impulsa la construcción de templos inmensos. La grandeza de los espacios, que ofrecen un escenario giganteesco y deslumbrante a las festividades religiosas y políticas, se inicia con la avenida, que desemboca en el templo propiamente dicho y en la que se suceden 2 hileras de esfinges, el obelisco y los pilonos, entrada monumental constituida por 2 moldes trapezoidales. En el interior del templo, un npatio rodeado de columnas prepara el acceso a la sala hipóstila (sala de las columnas) que estaba recubierta de un techo de madera pintada; finalmente, la zona noble comprendía las habitaciones de los sacerdotes y la Barca de osiris, cámara del altar del dios.
Alrededor de 1500 aC la reina HAPTSHEPSUT ordenó levantar el prinmero de estos templos grandiosos, el de DEIR-EL-BAHARI, junto a una colina, al pie de uno de los espectaculares acantilados del Valle del Nilo. Se trataba de una innovación, ya que el recinto se excava en el interior de la montaña. Es el tipo denominado SPEOS, que más adelante repite RAMSÉS II en ABU-SIMBEL y que puede considerarse un antecente del espíritu griego en el propósito de fundir la belleza de la arquitectura con la del espacio natural.
Los reyes guerreros, los TUTMÉS y RAMSÉS que impregnan al pueblo egipcio de un espíritu imperialista, del que hasta entonces había carecido, son los más aridientes impulsores de los templos gigantescos, que riman con los nuevos ideales de dominio territorial.
El TEMPLO DE KARNAK fue levantado como un símbolo de sus hazañas por TUTMÉS III y el de Luxor, teminado por RAMSÉS II. Atrios, patios, columans, esculturas enormes, producen una sensación de poderío.
En este sentido...... NO DICEN QUE UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS????
Se ha explicado la preferencia del piedra por razones geológicas; los egipcios disponen de piedra, mientras los mesopotámicos carecen de ella. Pero no puede ser ésta la razón, o al menos la única razón, ya que durante siglos, en el Egipto predinástico y en las primeras dinastías, se construyó con cañas, madera y ladrillos de arcilla cruda. Así la labra de la piedra aparece como una conquista voluntaria, una manifestación más del espíritu geométrico que impregna a una civilización agraria. Conservamos el nombre del máximo reformador de los procedimientos constructivos, IMHOTEP, a quien, según los textos literiarios, los egipcios elevaron a la categoría de dios.
El rasgo más evidente de la arquitectura del Egipto antiguo es el colosalismo; la edificación resulta desproporcionada en relación con la función. Ni se precisaba tal volumen para enterrar en una pirámide el cadáver del faraón ni en los templos se congregaban muchedumbres que reclamaran espacios tan vastos. Se trata también aquí de una dimensión consciente, de un propósito definido. El egipcio está obsesionado por la prsencia de fuerzas sobrenaturales y por el sueño de la supervivencia; en consecuencia, el edificio desborda la escala humana, se impone por su grandeza al ánimo del espectador y suscita sentimiento de temor. El colosalismo se inicia ya en la medida de lso sillares, cuyo volumen hacía más incómodo el trabajo.
Es una arquitectura arquitrabada, basada exclusivamente en líneas horizontales y verticales o, como en las pirámidaes, en un dispositivo diagonal. La ausencia de la curva en las estructuras es correlativa con las líneas rectas que delimitan las parcelas agrarias; una vez más el ideal geométrico resplandece en la arquitectura.
En la pirámide de KEOPS se han comrpobado unos sistemas de medidas que la convierten en símbolo de los concimientos matemáticos egipcios, por ejemplo, el vértice dibuja el ángulo que trazan los brazos extremos del Delta del Nilo. El máximo problam de la arquitectura arquitrabada es la elevación del edificio, pero el egipcio con la grandeza de los sillares y la disposición diagonal de la pirámide obtuvo medidas hasta entonces nunca alcanzadas.
Worringer supone que probablemente las puntas de las pirámides estuvieran doradas o con un remate de basalto brillante y marcarían el punto que recibe el primer rayo de sol, el lugar de unión de la tierra y la acción protectora de la deidad solar. En los templos, la cubierta plana exigió la multiplicación de elementos sustentantes (columnas) y la alternancia del patio sin cubierta con la sala hipóstila llena de columnas.
En la arquitectura religiosa, la columna juega un papel decorativo, además de estructural o de sustentación. En la arquitectura funeraria se han encontrado el geometrismo frío, la construcción sometida al imperio de al forma desnuda y escueta; pero ya en el templo la columna supone una innovación audaz, la itnroducción de un elemetno que recuerda la forma vegetal de la palmera. En un principio, las columnas fueron simplemente haces de troncos, luego se sustituyeron por los fustes de piedra, pero con una disposición de estrías verticales que recordaba los fustes vegetales; sólo posteriormente el fuste liso señaló un distanciameinto de los orígenes. No obstante, el recuerdo del árbol perdura en los capiteles, diseñados con hojas de loto (lotiformes), de papiro (papiriformes) o de palma (palmiformes).
El tipo más antiguo de enterramiento es la MASTABA. Hacia el año 3000 aC, durante la fase en la que se produce la unificación del Alto y Bajo Egipto, es la tumba de los personajes notables, sacerdotes o nobles y de los primeros faraones. El deseo de grandeza y la acumulación de poder en el faraón provoca la superposición de mastabas para distinguir la tumba real. Así nace la primera pirámide escalonada como la de ZÓSER (2700 ac). A partir de entonces, la pirámide distingue la tumba faraónica de la de los grandes dignatarios.
A la cuarta dinastía corresponden las grandes PIRÁMIDES DE GIZEH, localidad cercana a El Cairo. La más importante, la de KEOPS (137 metros), destaca de las de KEFRÉN y MIKERINOS (entre 2600 y 2500 aC). Son las construcciones más grandiosas entre una serie que se levanta a lo largo de 150 km. Las pirámides están rodeadas de edificaciones menores.
La GRAN ESFINGE, que inicia el recinto funerario de Gizeh, es, según parece, el retrato del faraón KEFRÉN deificado, en una época en que se concebía a los dioses como una mezcla de humanidad-animales sagrados.
El interior de la pirámides es un conjunto de galerías, pozos, cámaras de extraordinaria complicación, con el objeto de impedir el expolio del riquísimo ajuar funerario.
Con la Dinastía XVIII el centro político está en el sur, en Tebas. Allí, en el VALLE DE LOS REYES, se construye un nuevo tipo de tumba excavada en la ladera de una montaña, el HIPOGEO, con la misma disposición laberíntica para preservar los tesoros. Son tumbas enriquecidas por pinturas y de un singular valor arqueológico por su ajuar. El tesoro de TUTANKHAMÓN ha sido el más valioso de los conservados.
Es también la Dinastía XVIII, fundadora posiblemente hacia el 1580 aC del Imperio Tebano o Nuevo, la que impulsa la construcción de templos inmensos. La grandeza de los espacios, que ofrecen un escenario giganteesco y deslumbrante a las festividades religiosas y políticas, se inicia con la avenida, que desemboca en el templo propiamente dicho y en la que se suceden 2 hileras de esfinges, el obelisco y los pilonos, entrada monumental constituida por 2 moldes trapezoidales. En el interior del templo, un npatio rodeado de columnas prepara el acceso a la sala hipóstila (sala de las columnas) que estaba recubierta de un techo de madera pintada; finalmente, la zona noble comprendía las habitaciones de los sacerdotes y la Barca de osiris, cámara del altar del dios.
Alrededor de 1500 aC la reina HAPTSHEPSUT ordenó levantar el prinmero de estos templos grandiosos, el de DEIR-EL-BAHARI, junto a una colina, al pie de uno de los espectaculares acantilados del Valle del Nilo. Se trataba de una innovación, ya que el recinto se excava en el interior de la montaña. Es el tipo denominado SPEOS, que más adelante repite RAMSÉS II en ABU-SIMBEL y que puede considerarse un antecente del espíritu griego en el propósito de fundir la belleza de la arquitectura con la del espacio natural.
Los reyes guerreros, los TUTMÉS y RAMSÉS que impregnan al pueblo egipcio de un espíritu imperialista, del que hasta entonces había carecido, son los más aridientes impulsores de los templos gigantescos, que riman con los nuevos ideales de dominio territorial.
El TEMPLO DE KARNAK fue levantado como un símbolo de sus hazañas por TUTMÉS III y el de Luxor, teminado por RAMSÉS II. Atrios, patios, columans, esculturas enormes, producen una sensación de poderío.
En este sentido...... NO DICEN QUE UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS????
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