GIRASOLES, tonos dorados en el jardín
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GIRASOLES, tonos dorados en el jardín
Quien haya viajado por la Borgoña francesa, conocerá sin duda los campos estivales llenos de tournesol: girasoles. El nombre ya lo dice, los girasoles brillan como el propio sol y dan al jardín esos alegres tonos dorados en preciosas formas de flores. Todo el mundo conoce el girasol anual, una planta gigantesca de enormes flores en tonos cálidos. Pero la familia es más grande de lo que se cree; las variedades de Helianthus más bajas y más desconocidas ofrecen otra sorprendente imagen de esta planta.
En los países mediterráneos se cultivan por las semillas, las pipas, para exprimir de ellas el aceite de girasol. La planta procede originariamente de América, donde los indios le atribuían poderes divinos. Estados Unidos es también el país de la tradición competitiva: cada año se siguen organizando fiestas y entregando premios para la planta más alta y las flores más grandes. No obstante el girasol de mayores dimensiones, el Giganteus, no es el más interesante.
Entre tanto, hay cada vez más colecciones de semillas que muestran la planta en nuevas formas y tonos. Desde flores radiales, sencillas o (semi)dobles hasta el Helianthus salicifolius, en el que lo importante no es la flor, sino las decorativas hojas. Los pájaros están locos por las semillas del girasol y también las mariposas se sienten especialmente atraídas por esta preciosidad amarilla.
En verano y en otoño florecen las plantas anuales y vivaces, muchas veces elegidas debido a sus llamativas flores. Hay ejemplares que alcanzan una altura de varios metros (de 2 a 6 m), pero también hay variedades más bajas y más desconocidas que sí poseen los tonos cálidos del girasol, pero que, por lo demás, parecen muy diferentes.
Los girasoles anuales se siembran desde marzo bajo vidrio o desde abril al aire libre. El cultivo tendrá el mejor resultado en un lugar abrigado y cálido, en un suelo no demasiado nutritivo. Está claro que los gigantes necesitan mucho espacio, tanto a lo ancho como a lo alto, algo que sobre todo deben tener en cuenta los propietarios de un balcón. Tanto los que crecen de manera explosiva como las variedades más pequeñas necesitan mucha agua.
Durante los meses estivales ya puedes recolectar las flores: un resultado muy rápido que, sobre todo, es del agrado de los niños. Las variedades altísimas sí que pueden requerir un poco de abono potásico y enseguida necesitan el apoyo de un palo de bambú largo. Estos ejemplares se plantan a una distancia intermedia de 75 cm; los más bajos necesitan una distancia intermedia de 30-40 cm.
Aparte de anuales también existen girasoles perennes, que siguen viviendo después de la floración. Éstos se deben podar a ras del suelo cuando hayan terminado de florecer. Entonces en primavera volverá a crecer una planta que será cada año más vigorosa.
Uno o dos girasoles en un florero pueden quedar muy bien, pero un ramo entero en una escala de amarillo pálido a dorado intenso produce un efecto encantador. Vincent van Gogh se dejó inspirar con regularidad por la belleza de esta planta. Todavía más divertido que comprar un ramo de girasoles es cultivarlos en tu propio jardín para poder coger las flores después. Además, es una planta fácil para un jardín soleado, siendo el sol una condición imprescindible.
Los más conocidos son los girasoles anuales amarillos con el corazón marrón, pero el Helianthus aparece también en tonos naranja, marrones y rojos. Y también existe como planta vivaz. El botánico Carl Linnaeus le dio su nombre; Heli (sol) y Anthos (flor), porque la flor le recordaba al sol.
Alrededor del año 1515 los primeros girasoles fueron traídos desde las Américas a Europa. Los indios ya utilizaban el aceite de las semillas, que resultó ser un producto de calidad gracias a los ácidos grasos poliinsaturados.
El girasol más auténtico es el Helianthus annuus. Tiene tallos tomentosos y un gran corazón, que primero es verde y después marrón, lleno de pipas de girasol. ¿Te queda un trocito de jardín para el que todavía no has hecho planes? ¡Pide entonces diferentes semillas y cosecha un resplandor de colores cálidos del girasol! Se trata de una planta anual originaria de Perú que en la actualidad se ha extendido por todo el mundo, tanto en las huertas como en los jardines.
Las hojas del girasol se caracterizan por tener tres nervios, forma oval y ser muy ásperas. Cuando la planta madura, produce en el extremo superior del tallo una gran inflorescencia compuesta de pequeñas flores centrales y flores periféricas amarillas.
Las flores perféricas y las hojas se utilizan para la preparación de una sustancia contra las fiebres de malaria. Se recolectan y se dejan secar en pleno estío.
Con los tallos tiernos se elabora un remedio popular contra los dolores de estómago.
Las semillas maduras se utilizan para tostarlas y consumirlas como frutos secos, o torrefactarlas para sustituir al café.
También se obtiene del girasol un aceite de cocina, especialmente recomendado para aquellos que sufren colesterol.
Fuentes: www.plantasyhogar.com + www.jardineria.pro
En los países mediterráneos se cultivan por las semillas, las pipas, para exprimir de ellas el aceite de girasol. La planta procede originariamente de América, donde los indios le atribuían poderes divinos. Estados Unidos es también el país de la tradición competitiva: cada año se siguen organizando fiestas y entregando premios para la planta más alta y las flores más grandes. No obstante el girasol de mayores dimensiones, el Giganteus, no es el más interesante.
Entre tanto, hay cada vez más colecciones de semillas que muestran la planta en nuevas formas y tonos. Desde flores radiales, sencillas o (semi)dobles hasta el Helianthus salicifolius, en el que lo importante no es la flor, sino las decorativas hojas. Los pájaros están locos por las semillas del girasol y también las mariposas se sienten especialmente atraídas por esta preciosidad amarilla.
En verano y en otoño florecen las plantas anuales y vivaces, muchas veces elegidas debido a sus llamativas flores. Hay ejemplares que alcanzan una altura de varios metros (de 2 a 6 m), pero también hay variedades más bajas y más desconocidas que sí poseen los tonos cálidos del girasol, pero que, por lo demás, parecen muy diferentes.
Los girasoles anuales se siembran desde marzo bajo vidrio o desde abril al aire libre. El cultivo tendrá el mejor resultado en un lugar abrigado y cálido, en un suelo no demasiado nutritivo. Está claro que los gigantes necesitan mucho espacio, tanto a lo ancho como a lo alto, algo que sobre todo deben tener en cuenta los propietarios de un balcón. Tanto los que crecen de manera explosiva como las variedades más pequeñas necesitan mucha agua.
Durante los meses estivales ya puedes recolectar las flores: un resultado muy rápido que, sobre todo, es del agrado de los niños. Las variedades altísimas sí que pueden requerir un poco de abono potásico y enseguida necesitan el apoyo de un palo de bambú largo. Estos ejemplares se plantan a una distancia intermedia de 75 cm; los más bajos necesitan una distancia intermedia de 30-40 cm.
Aparte de anuales también existen girasoles perennes, que siguen viviendo después de la floración. Éstos se deben podar a ras del suelo cuando hayan terminado de florecer. Entonces en primavera volverá a crecer una planta que será cada año más vigorosa.
Uno o dos girasoles en un florero pueden quedar muy bien, pero un ramo entero en una escala de amarillo pálido a dorado intenso produce un efecto encantador. Vincent van Gogh se dejó inspirar con regularidad por la belleza de esta planta. Todavía más divertido que comprar un ramo de girasoles es cultivarlos en tu propio jardín para poder coger las flores después. Además, es una planta fácil para un jardín soleado, siendo el sol una condición imprescindible.
Los más conocidos son los girasoles anuales amarillos con el corazón marrón, pero el Helianthus aparece también en tonos naranja, marrones y rojos. Y también existe como planta vivaz. El botánico Carl Linnaeus le dio su nombre; Heli (sol) y Anthos (flor), porque la flor le recordaba al sol.
Alrededor del año 1515 los primeros girasoles fueron traídos desde las Américas a Europa. Los indios ya utilizaban el aceite de las semillas, que resultó ser un producto de calidad gracias a los ácidos grasos poliinsaturados.
El girasol más auténtico es el Helianthus annuus. Tiene tallos tomentosos y un gran corazón, que primero es verde y después marrón, lleno de pipas de girasol. ¿Te queda un trocito de jardín para el que todavía no has hecho planes? ¡Pide entonces diferentes semillas y cosecha un resplandor de colores cálidos del girasol! Se trata de una planta anual originaria de Perú que en la actualidad se ha extendido por todo el mundo, tanto en las huertas como en los jardines.
Las hojas del girasol se caracterizan por tener tres nervios, forma oval y ser muy ásperas. Cuando la planta madura, produce en el extremo superior del tallo una gran inflorescencia compuesta de pequeñas flores centrales y flores periféricas amarillas.
Las flores perféricas y las hojas se utilizan para la preparación de una sustancia contra las fiebres de malaria. Se recolectan y se dejan secar en pleno estío.
Con los tallos tiernos se elabora un remedio popular contra los dolores de estómago.
Las semillas maduras se utilizan para tostarlas y consumirlas como frutos secos, o torrefactarlas para sustituir al café.
También se obtiene del girasol un aceite de cocina, especialmente recomendado para aquellos que sufren colesterol.
Fuentes: www.plantasyhogar.com + www.jardineria.pro
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Re: GIRASOLES, tonos dorados en el jardín
Gracias por el articulo, el girasol es mi flor favorita, me parece muy alegre, calida...
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