CULTURA ZAPOTECA
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CULTURA ZAPOTECA
La cultura zapoteca, sita en el valle mexicano de Oaxaca, fue una de las civilizaciones del áre de Mesoaméricana con mayor personalidad en el campo de las creaciones artísticas. Pero no sólo eso, la importancia de esta civilización radica sobre todo en la circunstnacia de haber contado con un asentamiento urbano de la categoría de Monte Albán, cuyo centro ceremonial, edificado a una altitud de 1.500 m sobre el nivel del mar, se erige sobre la cima de una montaña con una fuerte actividad sísmica.
La altitud y los movimientos sísmicos fueron salvados por los zapotecas con increíble maestría; y de ello baste un ejemplo. las edificaciones de su centro ceremonial, con sus masas aplomadas y pesadas, se construyeron sobre una explanada artifiical que fue nivelada, no una, sino varias veces, por los propios zapotecas.
Por lo que respecta a los restos materiales que allí se conservan, se puede afirmar que abarcan un periódo de tiempo muy dilatado: nada menos que desde el año 500 aC, hasta bien entrado el siglo XVI. Aunque a la vez, y dentro de esta cronología tan desbordante, se pueden establecer 5 grandes etapas: Monte Albán I, II, III, IV y V.
En las 2 primeras, Monte Albán I y Monte Albán II, que aproximadametne comprenden hasta el año 300, se observa una clara influencia de la cultura olmeca.
En la siguiente etapa, Monte Albán III, que dura hasta el año 750, se asiste a la época de mayor esplendor de la cultura zapoteca.
Finalmente, durante las fases de Monte Albán IV y V, que llegan incluso hasta la época de la conquista, la ciudad se vio dominada por los mixtecas y luego por los aztecas.
La altitud y los movimientos sísmicos fueron salvados por los zapotecas con increíble maestría; y de ello baste un ejemplo. las edificaciones de su centro ceremonial, con sus masas aplomadas y pesadas, se construyeron sobre una explanada artifiical que fue nivelada, no una, sino varias veces, por los propios zapotecas.
Por lo que respecta a los restos materiales que allí se conservan, se puede afirmar que abarcan un periódo de tiempo muy dilatado: nada menos que desde el año 500 aC, hasta bien entrado el siglo XVI. Aunque a la vez, y dentro de esta cronología tan desbordante, se pueden establecer 5 grandes etapas: Monte Albán I, II, III, IV y V.
En las 2 primeras, Monte Albán I y Monte Albán II, que aproximadametne comprenden hasta el año 300, se observa una clara influencia de la cultura olmeca.
En la siguiente etapa, Monte Albán III, que dura hasta el año 750, se asiste a la época de mayor esplendor de la cultura zapoteca.
Finalmente, durante las fases de Monte Albán IV y V, que llegan incluso hasta la época de la conquista, la ciudad se vio dominada por los mixtecas y luego por los aztecas.
Invitado- Invitado
Re: CULTURA ZAPOTECA
A las edificaciones de Monte Albán se podrían aplicar los calificativos de monumentalidad, vigor y pureza de las formas. Asimismo, y a diferencia de las construcciones de Teotihuacán, emplazadas en un terreno llano y que se aritculan en torno al "Camino de los muertos", las estructuras de Monte Albán se elevan majestuosas sobre la cúspide de una colina y responden a la siguiente distribución espacial:
"El centro de Monte Albán es una plaza rectangular y por entero plana (llamada la Gran Plaza), rodeada por los 4 lados de construcciones piramidales; la subdividen grupos de pirámides geométricamente distribuidos, que a su vez encierran patios o plazas. La estructura b´sica de estos conjuntos de templos es un edificio de planta rectangular, alargada, que se levanta sobre una terraza y está flanqueado por construcciones lateralees que forman un ángulo recto coin el edificio principal. Así surge un patio abierto hascia un solo lado, en cuyo centro se eleva un altar; así surgen patios y más patios, todo un sistema de eespacios vacíos que se completan, se compenetran, se corresponden mutuamente; multiplicidad de elkementos que integran una unidad orgánica, una sinfonía espacial".
Conviene puntualizar, además, que para los alzados de estas fábricas se utilizaron mampuestos de mediano tamaño, y que éstos fueron asentados con abundante argamasa; la cual, al ser de una tonalidd más clara que la piedra circundante, provoca un contraste bicromo de un gran efectismo.
Por añadidura, cabría señalar también la incorporación a las obras de grandes dinteles monolíticos e incluso de arcos de factura muy elemental. Con todo, lo más característico de Monte Albán ees la utilización del llamado tablero en escapulario, en realidad una derivación del tablero sobre talud de Teotihuacán. No obstante, los tableros de Monte Albán presentan una importante novedad: la incorporación a los frentes de una doble moldura en listel que se dispone en acusado resalte y que oirigina a su vez una teoría o cenefa de figuras rectangulares. De este modo, y gracias a los claroscuros que suscitan estas figuras en las fachadas, se consiguió aliviar en parte la austeridad que reina en la arquitectura zapoteca.
"El centro de Monte Albán es una plaza rectangular y por entero plana (llamada la Gran Plaza), rodeada por los 4 lados de construcciones piramidales; la subdividen grupos de pirámides geométricamente distribuidos, que a su vez encierran patios o plazas. La estructura b´sica de estos conjuntos de templos es un edificio de planta rectangular, alargada, que se levanta sobre una terraza y está flanqueado por construcciones lateralees que forman un ángulo recto coin el edificio principal. Así surge un patio abierto hascia un solo lado, en cuyo centro se eleva un altar; así surgen patios y más patios, todo un sistema de eespacios vacíos que se completan, se compenetran, se corresponden mutuamente; multiplicidad de elkementos que integran una unidad orgánica, una sinfonía espacial".
Conviene puntualizar, además, que para los alzados de estas fábricas se utilizaron mampuestos de mediano tamaño, y que éstos fueron asentados con abundante argamasa; la cual, al ser de una tonalidd más clara que la piedra circundante, provoca un contraste bicromo de un gran efectismo.
Por añadidura, cabría señalar también la incorporación a las obras de grandes dinteles monolíticos e incluso de arcos de factura muy elemental. Con todo, lo más característico de Monte Albán ees la utilización del llamado tablero en escapulario, en realidad una derivación del tablero sobre talud de Teotihuacán. No obstante, los tableros de Monte Albán presentan una importante novedad: la incorporación a los frentes de una doble moldura en listel que se dispone en acusado resalte y que oirigina a su vez una teoría o cenefa de figuras rectangulares. De este modo, y gracias a los claroscuros que suscitan estas figuras en las fachadas, se consiguió aliviar en parte la austeridad que reina en la arquitectura zapoteca.
Invitado- Invitado
Re: CULTURA ZAPOTECA
Respecto a las construcciones existentes en la ciudad de Monte Albán, destacaremos las siguientes:
MONTÍCULO J
Este edificio muestra una extraña planta pentagonal y un estrecho pasillo que atraviesa el interior de la construcción, tiene un alzado de 3 cuerpos escalonados y una escalinata con alfardas muy anchas, típico de las edificaciones zapotecas.
Respecto a su posible funcionalidad, podría tratarse del observatorio astronómico más antiguo de cuantos se conocen en el área de Mesoamérica.
SISTEMA IV
El interés de este edificio reside sobre todo en que supo combinar, por un lado, una estructura piramidal de planta cuadrada, y, por otro, un patio que la antecede y que se halla limitado, en dos de sus extremos, por unos gruesos muros y, en su parte frontal, por una plataforma con su correspondiente escalinata.
Sobre la cima de la estructura piramidal, aún quedan restos de lo que sería el templo propiamente dicho; de una sola cámara y cion soportees a lso lados de su entrada.
En la misma línea tipológica del Sistema IV, o sea de "estructura piramidal - patio delantero con escalinata", podemos enmarcar el EDIFICIO M, en el que también quedan en su cima los vestigios de un templo y parte de los cuatro fustes que lo precedían a modo de pórtico.
Sistema IV
Edificio M
Bajorrelieve de als ruinas de Monte Albán
JUEGO DE PELOTA
Este recinto es famoso por sus pequeñas dimensiones y por su excelente estado de conservación.
Está compuesto por 2 plataformas laterales en acusado talud y por una cancha en forma de "I" latina mayúscula. En él predominan los ritmos serenos, lo geométrico y la funcionalidad, pues su finalida era servir de escenario para la celebración de uno de los ritos más difundidos en el área de Mesoamérica: el Juego de la Pelota.
Para la puesta práctica de este juego-ritual llamado por los aztecas Tlachtli, los participantes tenían que introducir una bola de caucho macizo en un aro de piedra o, como mínimo, lanzarla al campo contrario hast que el quipo contricante cometía falta. Pero para ello tenían que impulsar la "pelota" con las rodillas o las caderas, pues estaba prohibido tocarla con las manos y con los pies (también había otra variente del jeugo, que consistía en golpear la bola con un palo o coin la mano protegida por un guante de cuero).
Por último, el Juego de Pelota no siempre tuvo a lo largo de su historia el mismo signficado: hubo veces, como se pone de manifiesto en los relieves de El Tajín, que adquirió el carácter de un auténtico ritual religioso (el capitán del equipo vencedor tenía el honor de ser sacrificado a los dioses); mientras que en otras ocasiones su finalidad era méramente lúdica, de hecho, los actecas podían apostar todo tipo de bienes materiales e incluso esclavos y mancebas.
TEMPLO DE LOS DANZANTES
La fama de este templo se debe sobre todo a que en el ángulo sureste de su basamiento hay unas losas con relieves incisos en las que se representan figuras humanas en agitado movimiento. Las figuras en cuestión, que parecen danzar y que dan nombre al templo, tienen un tamaño que oscila entre 1,50 y 1,80 m, y al parecer fueron labradas con ayuda de instrumentos de obsidiana. Presentan además, unos rasgos estilísticos que podríamos calificar de olmecoides; no obstante, se ignora si fueron realizadas por los propios olmecas o si sólo se deben al influjo de este pueblo en las fases iniciales de Monte Albán.
Se especula que los relieves fueron captados en el momento de ejecutar las danzas rituales que servían para invocar a los dioses o, para invitarlos a descender a la tierra y que se sumaran así a las celebraciones de los seres humanos.
Templo de los danzantes
Relieves del templo de los danzantes
MONTÍCULO J
Este edificio muestra una extraña planta pentagonal y un estrecho pasillo que atraviesa el interior de la construcción, tiene un alzado de 3 cuerpos escalonados y una escalinata con alfardas muy anchas, típico de las edificaciones zapotecas.
Respecto a su posible funcionalidad, podría tratarse del observatorio astronómico más antiguo de cuantos se conocen en el área de Mesoamérica.
SISTEMA IV
El interés de este edificio reside sobre todo en que supo combinar, por un lado, una estructura piramidal de planta cuadrada, y, por otro, un patio que la antecede y que se halla limitado, en dos de sus extremos, por unos gruesos muros y, en su parte frontal, por una plataforma con su correspondiente escalinata.
Sobre la cima de la estructura piramidal, aún quedan restos de lo que sería el templo propiamente dicho; de una sola cámara y cion soportees a lso lados de su entrada.
En la misma línea tipológica del Sistema IV, o sea de "estructura piramidal - patio delantero con escalinata", podemos enmarcar el EDIFICIO M, en el que también quedan en su cima los vestigios de un templo y parte de los cuatro fustes que lo precedían a modo de pórtico.
Sistema IV
Edificio M
Bajorrelieve de als ruinas de Monte Albán
JUEGO DE PELOTA
Este recinto es famoso por sus pequeñas dimensiones y por su excelente estado de conservación.
Está compuesto por 2 plataformas laterales en acusado talud y por una cancha en forma de "I" latina mayúscula. En él predominan los ritmos serenos, lo geométrico y la funcionalidad, pues su finalida era servir de escenario para la celebración de uno de los ritos más difundidos en el área de Mesoamérica: el Juego de la Pelota.
Para la puesta práctica de este juego-ritual llamado por los aztecas Tlachtli, los participantes tenían que introducir una bola de caucho macizo en un aro de piedra o, como mínimo, lanzarla al campo contrario hast que el quipo contricante cometía falta. Pero para ello tenían que impulsar la "pelota" con las rodillas o las caderas, pues estaba prohibido tocarla con las manos y con los pies (también había otra variente del jeugo, que consistía en golpear la bola con un palo o coin la mano protegida por un guante de cuero).
Por último, el Juego de Pelota no siempre tuvo a lo largo de su historia el mismo signficado: hubo veces, como se pone de manifiesto en los relieves de El Tajín, que adquirió el carácter de un auténtico ritual religioso (el capitán del equipo vencedor tenía el honor de ser sacrificado a los dioses); mientras que en otras ocasiones su finalidad era méramente lúdica, de hecho, los actecas podían apostar todo tipo de bienes materiales e incluso esclavos y mancebas.
TEMPLO DE LOS DANZANTES
La fama de este templo se debe sobre todo a que en el ángulo sureste de su basamiento hay unas losas con relieves incisos en las que se representan figuras humanas en agitado movimiento. Las figuras en cuestión, que parecen danzar y que dan nombre al templo, tienen un tamaño que oscila entre 1,50 y 1,80 m, y al parecer fueron labradas con ayuda de instrumentos de obsidiana. Presentan además, unos rasgos estilísticos que podríamos calificar de olmecoides; no obstante, se ignora si fueron realizadas por los propios olmecas o si sólo se deben al influjo de este pueblo en las fases iniciales de Monte Albán.
Se especula que los relieves fueron captados en el momento de ejecutar las danzas rituales que servían para invocar a los dioses o, para invitarlos a descender a la tierra y que se sumaran así a las celebraciones de los seres humanos.
Templo de los danzantes
Relieves del templo de los danzantes
Invitado- Invitado
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